El “Día mundial del agua” se conmemora cada 22 de marzo para hacer conciencia de la importancia del cuidado y la preservación del líquido vital para todos los seres humanos y las especies que habitan el planeta tierra.
Al mismo tiempo; esta fecha nos recuerda también la problemática de millones de personas que no tienen acceso al agua potable y las medidas urgentes que debemos adoptar tanto nosotros como gobiernos para frenar esta crisis mundial antes de llegar al 2030.
En este año 2022; el centro de atención se basa en el agua subterránea que se encuentra por debajo de la tierra en mantos acuíferos que alimentan ríos, lagos, manantiales y se filtran en los océanos. Gracias a este proceso es posible que el agua oculta sea utilizada para fines de consumo humano, saneamiento, riego, producción de alimentos y procesos industriales.
De acuerdo con la Organización de la Naciones Unidas (ONU) una de cada tres personas no cuenta con acceso al agua potable y dos de cada cinco personas no tienen una unidad básica de lavado de manos con agua y jabón. Además, el 80% de las aguas residuales resultantes de la actividad humana se vierten en ríos, lagos y mares sin ningún tratamiento de saneamiento.
Aunado a esto, se han establecido algunas metas para detener la crisis mundial del agua como son el acceso universal y equitativo al agua potable; contar con servicio de saneamiento e higiene para personas vulnerables; preservar todos los ecosistemas como bosques, montañas, ríos, acuíferos, lagos, entre otros, así como la intervención de países en vías de desarrollo que fomenten la creación de programas de preservación del agua por medio de la tecnología de reutilización de la misma.
Sin duda es un tema que nos afecta a todos, el uso racional del agua potable para nuestro consumo y la protección de los mantos acuíferos que se encentran por debajo de nosotros nos ayudan a sobrellevar el cambio climático y de manera responsable coadyuvan a satisfacer las necesidades de la población en crecimiento.